De un cumpleaños en España

No me sé el cumpleaños de nadie.
Me sé mi cumpleaños, y claro, mi cumpleaños es siempre la misma fecha esté en la parte del mundo que esté. Una vez estuve en la India y era mi cumpleaños, y sí, fue mi cumpleaños.
La diferencia ahora es que la gente que vive del otro lado del charco, eso de esperar hasta las 12 (la medianoche) para saludar… ya no funciona. Sus doce no son mis doce. Entonces, es verdad, hay un momento en que es mi cumpleaños pero en otra parte del mundo todavía no es mi cumpleaños. Desde que vivo en España, esas cuatro o cinco horas de diferencia las paso preguntándome ¿para quiénes en este momento es mi cumpleaños?, ¿cuántas horas coincide que es mi cumpleaños aquí en España y allá? De nada sirve: al final o nadie te saluda, o alguien me dice "feliz cumpleaños" cuando yo leo el mail o el whatsapp mucho más que cuando esa persona lo escribió. Quiero decir: las cosas de la vida habitan mucho más en lo que le llega al otro que en una especia de "realidad" que nos empeñamos en construir. Como si hubiera una verdad en el destinatario que no puede considerar la verdad del emisor. El destinatario no está en el mundo para eso cuando es precisamente, eso, destinatario.
Hoy lo tengo más claro que nunca. ¿Qué importancia asegurar o aseverar un te quiero si al otro no le llega ni un solo gesto de amor?
Hoy lo tengo más claro que nunca: no me sé ningún cumpleaños pero me sé un cumpleaños que es hoy, 31 de marzo. Y es acá en España. Su 31 de marzo entero es mi 31 de marzo entero. Ya no hay charcos ni océanos. Hoy entero es tu cumpleaños, mi día entero, tu día entero.
Y sin embargo, destinador-destinatario. ¿Quiénes somos cada día?
O: "Y sin embargo, te quiero", como diría Sabina.
No importaba 31 de marzo, importaba el día a día.

Hablando de Sabina: esto de cumplir años es que se vaya marchitando la frente. Me vi el domingo las
arrugas. Estamos viejos, hay que asumirlo, se nos han quedado marcadas las expresiones para
siempre, el entrecejo. Arrugarse es no poder deshacer una expresión, no deshacerse del pasado que cada vez, cumpleaños tras cumpleaños, es la parte más larga de la vida.
Ah, y Sabina:
"Buenos Aires es como contabas, hoy fui a pasear,
y al llegar
a la Plaza de Mayo me dio
por llorar
y me puse a gritar ¿donde estás?".
Y las postales de San Telmo, y adiós cuídate... Hoy, a diez días de irme.
Pero hoy no, hoy no es una despedida, es un feliz cumpleaños.

Los domingos es el Rastro en Madrid y la feria de San Telmo en Buenos Aires. ¿Pero cuántas horas coincide una con otra? O, sea, las mismas incógnitas que con un cumpleaños. De nada sirve preguntárselo.
Y sin embargo.
Y sin embargo, hoy todo, feliz cumpleaños.



Elegí este video y no otro. 
Porque basta de Sabina y mejor Adriana Varela.
Por las imágenes de una ciudad nunca mía pero nunca ajena.

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