Teatro argentino en Madrid en el cine
La Sala Berlanga (es una sala de cine), que ya mencioné en este blog en alguna otra ocasión, propone entre sus ciclos (siempre a 3 euros), este de lecturas dramatizadas de obras teatrales iberoamericanas. Hasta el 15 de diciembre, a las 19 hs., una lectura dramatizada por día, de un país diferente cada vez. Y hoy, jueves, es el turno de Argentina.
La autora de la obra que se podrá escuchar hoy en la Sala Berlanga es Patricia Suárez. Cuando yo vivía en Buenos Aires, tuve la suerte de ser la editora de esta excelente autora. Yo en ese tiempo integraba el comité editorial de una conocida empresa editora de literatura infantil. Organizábamos anualmente un concurso literario cuyas bases exigían el anonimato del autor que enviaba la obra. Valiéndonos del ya famoso sistema de plica, una vez que habíamos elegido las 8 ó 10 novelas finalistas, ya nos disponíamos a abrir los sobres para saber quiénes eran, total, al ganador final no lo elegíamos nosotras -el equipo editorial- sino tres escritoras que se contrataban ad hoc para ello y a quienes nunca jamás les decíamos quién era el autor de cada obra. Ellas leían las obras finalistas, decidían el primero y segundo premio, y una vez pronunciado su veredicto, nosotras decíamos: ok, entonces ganó Fulano y Mengano.
Ser parte de un jurado literario es una experiencia magnífica. Hemos pasado por todos los estados: nos divertíamos, nos conmovíamos, nos queríamos morir, nos aburríamos, nos burlábamos cuando ya no daba ni para tomarse en serio el texto, debatíamos, nos tomábamos un café para poder leer más, nos restregábamos los ojos, nos convertíamos.
Un año llegó a nuestras manos una novela excelente. Lo tenía todo: estaba bien escrita, era absolutamente original, era graciosa y divertidísima. Era arriesgada. Era para niños pero no tan niños. Era un giño de ojo constante a cuestiones ajenas al mundo infantil. Era astuta. Era valiente, por fin, algo era valiente! Era delirante, pero era también humana y sensible. Era sobre salir adelante y recaer. El hartazgo y el amor. Las adicciones. El trabajo. Eran animales que trabajaban de hacer documentales. Era picante. Era brillante. Era (lo supimos después, claro, solo a la hora de abrir el sobre) de Patricia Suárez.
No ganó el premio, ni siquiera recuerdo si fue finalista (creo que no porque no cumplía con unos requisitos formales -como la extensión- para que pudiera serlo) pero nosotras, desde el equipo editorial, le pedimos a nuestro jefe (que era el que ponía la plata) que por favor nos dejara editarla y publicarla igual. Dijo que sí. La llamamos a Patricia. La conocí en persona. No sabía cómo explicarle lo que su obra me había parecido, se me iban las palabras. Aún sigue siendo una de mis obras favoritas de la literatura infantil argentina.
Hoy en la Sala Berlanga va a sonar un texto de Patricia Suárez: "La fragilidad". No me extraña que se llame así el texto. Qué pena no poder ir...
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